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lunes, 27 de septiembre de 2010

imagen del contenido El mal humor del Frente AmplioRAÚL LEGNANI / COLUMNA DE LA REPÚBLICA

El mal humor del Frente Amplio

MONTEVIDEO, 27 Set (UYPRESS)- Raúl Lenagni en su columna habitual de la República, efectua un análisis del Frente Amplio, sus interrogantes, reeconstruccion y estrategia futura. Transcribimimos sus palabras publicadas este domingo en La República.

El Frente Amplio ha quedado fuerea de la jugada política  Con el actual mal humor vamos todos al fracaso, Uruguay tiene por delante las posibilidades
de caminar con pasos de gigante. Sería una gran estupidez que no supiera construir su hoja de ruta que lo lleve a nuevas etapas, superadoras.

En los últimos días el gobierno de José Mujica ha tenido que atender una serie de dificultades, que no siempre surgen por deficiencias de los gobernantes, sino que por lo general tienen que ver con el funcionamiento del bloque de poder, que es político y social a la vez.


Sin la intención de ser cronológicos, vale la pena marcar sobre el papel algunos de los problemas, donde no todos tienen la misma jerarquía, pero que influyen en la percepción que tiene la sociedad de las cuestiones
publicas y privadas.


Veamos, como quien dispara una serie de datos de la realidad. Problemas con ASSE, por el recambio de autoridades intermedias; negociaciones con las FFAA en materia presupuestal; jubilados al Fonasa recién para 2012; contradicciones en el PIT-CNT por el próximo paro general; diferencias con la Universidad y ANEP sobre el presupuesto; conflicto en el Sodre por la posible renuncia de Julio Bocca; distinción de dos gerentes de Antel; aumento del precio de la carne y caída del dólar; lentitud en resolver la anulación de la Ley de Caducidad: malestar en el PCU por haber recibido a las Damas de Blanco de Cuba; debate en el MLN por el reciente libro de Julio Marenales; el erróneo remate del edificio de Fibratex; denuncias sobre violación de derechos humanos en la Armada; la investigadora parlamentaria sobre la actuación del doctor Gonzalo Fernández; rotundo triunfo de la derecha en las elecciones del Casmu y crisis financiera en
la Intendencia de Canelones, entre otros problemas.


Si bien todas estas anotaciones no tienen un mismo valor político, no cabe la menor duda de que son demasiados problemas para un gobierno que recién comienza a transitar el segundo trimestre de su gestión.


Mientras todo esto pasa, la ciudadanía una parte  sigue consumiendo, disfrutando de las nuevas noches primaverales en los bares, en tanto el presidente, José Mujica, cuenta con una popularidad por arriba del 70%.


¿Cuál es el país real? ¿El de los problemas o el del consumo? Si nos obligan a optar, no elegimos ninguno de los dos. Porque es obligación de los uruguayos de a pie influir sobre las estructuras gubernamentales y
políticas, para que el país recobre la serenidad, con el fin de que la estabilidad económica confluya con la gestión de gobierno, que hoy estábajo sospecha, según los trascendidos de que en el gobierno y en la
fuerza política no hay serenidad ni actos de grandeza.


Otro dato de la realidad, por cierto muy cruda, es que el Frente Amplio ha quedado fuera de la jugada política, a tal grado que Mujica se ha reunido muchas más veces con los líderes del Partido Nacional que con la dirigencia de la coalición de izquierda. Particularmente ha mostrado una creciente afinidad con el senador Jorge Larrañaga.


Mujica ha optado por el diálogo directo con la ciudadanía, a través de sus dos audiciones radiales y sus apariciones en la televisión. Y eso le ha dado muy buenos resultados, en la actual hora política.


¿Alcanzará con eso para gobernar? ¿Es conveniente para el gobierno que en el imaginario de la sociedad sea más importante la senadora Lucía Topolansky que el vicepresidente de la República Danilo Astori o que la presidenta de la Cámara de Diputados Ivonne Passada?


Son todas unas interrogantes que no van con una dirección determinada para conseguir una respuesta intencionada, pero que los frenteamplistas, orgánicos o inorgánicos, deben plantearse.


Ante esta compleja realidad, es de esperar que el propio Presidente salga a reconstruir el bloque de los cambios, teniendo como columna vertebral al Frente Amplio, para poder seguir avanzando con una estrategia de futuro, que hoy aparece opaca producto de la carencia de una fuerza plural y hegemónica, que vuelva a recobrar el sendero del frenteamplismo, en el sentido de lo que es construir la unidad respetando la  diversidad.


Uruguay tiene por delante, si no hay una nueva catástrofe del capitalismo global, las posibilidades de caminar con pasos de gigante.


Si las circunstancias fueran así, sería una gran estupidez de que no supiera construir su hoja de ruta que lo lleve a nuevas etapas, por cierto superadoras de lo que actualmente vivimos.


El único antídoto para las miserias humanas que pueden llegar a impedir el avance de nuestra sociedad, es que la política, en su mayor expresión, se identifique con el conocimiento y la capacidad de soñar. Siempre del lado de la gente, sabiendo que la gente no es la Virgen María.


De continuar el actual mal humor que vive la izquierda, la única hoja deruta es rumbo al fracaso. ¡Cruz diablo!.

* Columna Raúl Legnani / La República 26 de setiembre 2010

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